Las técnicas de pesca que existen hoy en día son variadas, y entre ellas, podemos mencionar las que requieren el uso de un crankbait. Este señuelo se ha impuesto rápidamente en el mundo de la pesca por su eficacia. El truco está en decidirse por los detalles.
Entender cómo funciona un crankbait
El principio del crankbait es atraer la atención de los peces lo máximo posible en aguas poco profundas. Esto lo convierte en un señuelo que puede utilizarse para la pesca en agua dulce, por ejemplo. Este señuelo está diseñado para generar vibraciones comparables a las que emitiría un pez pequeño. Cuando los peces carnívoros lo noten, se precipitarán hacia tu señuelo.
La forma del señuelo está diseñada para que esto sea posible. Incluso sin ningún esfuerzo por tu parte, este elemento se encargará de producir dichas vibraciones. Según los detalles de tu pez, puede ser necesario recurrir a un modelo específico.
Uso del crankbait para peces reactivos
El crankbait será más eficaz para los peces que tienen reflejos de caza. Esto ocurre con mayor frecuencia cuando comienza la temporada de pesca. En esta época del año, los peces se abalanzan sobre cualquier cosa que consideren comestible.
Desde el momento en que lances el sedal al agua, el crankbait alertará a los peces de alrededor. Funcionará mejor si lo utilizas en aguas con mucha vegetación y en lugares poco profundos. En estas aguas, a menudo encontrarás depredadores al acecho.
Cómo animar tu crankbait
Para que tu crankbait sirva para pescar, es importante utilizarlo correctamente. Esto requiere que tires del sedal en ráfagas cortas, y esto debe hacerse correctamente. El riesgo es que los peces no encuentren el señuelo actuando de forma natural.
Comienza lanzando el sedal al agua y devolviéndolo gradualmente con la manivela. En este punto tienes que dar a la línea un buen espacio. No debes hacerlo ni demasiado rápido ni demasiado lento.
Utilizar o no las bolas internamente
Es posible utilizar bolas en el interior del crankbait. El objetivo es generar vibraciones adicionales para atraer la atención de los peces. Sin embargo, esto no funcionará siempre.
Tienes que elegir cuidadosamente las condiciones en las que será favorable utilizar las bolas. Esto es más eficaz cuando la vida acuática ya está en pleno apogeo. En aguas donde los peces son recelosos, es decir, al final de la temporada, no es la mejor opción a la que recurrir. Por tanto, es más adecuado hacia el comienzo de la primavera y el verano.